Hola;
El ser humano es increíble de por si, pero la imaginación humana es más increíble aún. Como se suele decir, podemos ponerle barrotes al cuerpo, pero no a la mente, de ahí, quizás, la historia que voy a contar hoy. Está relacionada con la familia real española, Borbón. Un anillo que, parece ser, no tenía precio como arma letal, ;) .
El anillo maldito de Alfonso XII;
A la edad de 17 años, el que sería rey Alfonso XII, estaba enamorado, supuestamente, de la conocida como la Perla de Italia, la condesa Castiglione. Parece ser que era una de las mujeres más bellas de la época, y a su vez de las más influyentes.
Condesa Castiglione |
Dicha condesa ya había sido amante de un hombre bien conocido, Napoleón III. Cuándo ella tiene cuarenta años, se fija en el joven Borbón español. Según cuentan, hubo una historia de amor entre ellos, y cuándo la condesa pensaba que iban a estar juntos para siempre, el Borbón se enamora de su prima María de las Mercedes.
Retrato de la boda de Alfonso XII y María de las Mercedes. |
Es bien sabido que la historia con la última, acaba en boda. Es tal el enfado de la condesa, que les manda un bonito anillo de oro,como regalo de bodas.
A la reina María de las Mercedes le encanta dicho anillo, y no duda en usarlo. A los cinco meses muere de tifus. Esta es la primera muerte relacionada con el anillo.
Maria Cristina de Borbón dos Sicilias |
A la muerte de la reina, el rey Alfonso, legó el anillo a su abuela María Cristina de Borbón, quién también quedó prendada del anillo. A los dos meses moría. He aquí la segunda víctima.
Pero la historia no queda aquí, ahora el anillo viaja hasta el dedo de María Cristina de Orleáns, cuñada del rey, que fallece el 28 de abril de 1879 de tuberculosis. Ya son tres las víctimas.
La Infanta María del Pilar, hermana pequeña del rey, es la siguiente dueña del anillo, no tarda en fallecer, lo hace en agosto del mismo año 1879. Y ya son cuatro.
Infanta Maria del Pilar |
Viendo el rey la ristra de muertes que supuestamente va dejando el anillo, decide quedárselo y muere a los seis años.
Es su última esposa, María Cristina de Hasburgo quién decide finiquitar la historia del anillo. Lo manda bendecir y que deje de ser anillo para ser un colgante. Lo dona a Nuestra Señora de la Almudena.
Ha día de hoy se puede ver dicha joya en el museo de la Almudena en Madrid.